Por: Tatiana Alzate
En las últimas semanas, los noticieros locales se han dado en la labor de informar acerca de una nueva modalidad de robo que está ocurriendo en la capital, la cual consiste, según versiones, en pinchar las llantas de los carros por medio de objetos cortopunzantes. El caso más reciente y sonado fue el a principios de febrero del presente año, entre la calle 13 y la avenida Primero de Mayo, que dejó más de 30 vehículos afectados.
Las personas que fueron víctimas de este hecho no saben cuál es la razón principal, si esto que les estaba pasando era por quererlos robar o simplemente porque, como ellos dicen, “les querían hacer el daño”.
El 22 de febrero me encontraba dejando a un familiar en el aeropuerto, en el momento de la salida el carro se empezó a ir hacia un lado, lo que supusimos y lo más lógico era que el carro estaba pinchado, al momento de cambiar la llanta pude observar que se encontraba un pequeño tornillo incrustado en ella. En este momento no pensamos que se podía tratar del caso antes mencionado, afortunadamente aun nos encontrábamos en el parqueadero. Días después, al llevar la llanta a despincharla, el señor observó que no era solo un agujero que se encontraba en ella, afirmando que había sido pinchada con una línea de tornillos, algo que se haya ocasionado intencionalmente.
Después de vivir esta situación no se sabe cuál es la verdad, si son los ladrones o es alguna estrategia que están usando los negocios encargados de despinchar.