Hace poco más de dos años, un hombre murió asesinado en San Juan de Ariporo,Casanare. Un dizque periodista presionó a la familia de la víctima para que le diera una foto de quien se había convertido en noticia. La familia se negó, y para hacerlo adujo derecho a la intimidad.
Por: Javier Correa
El seudoperiod ista se coló en la funeraria y tomó una foto del cadáver a través de la escotilla del ataúd. Y la publicó, victorioso, al día siguiente, con la convicción de que los lectores habían quedado bien informados.
Los parientes demandaron al medio de comunicación y la Corte Constitucional acaba de darle la razón a la familia, al considerar que sí se había violado el derecho a la intimidad.
Se establece así un muy buen precedente contra el amarillismo, epíteto con el que se conoce a la publicación de noticias sensacionalistas, cuyo fin no es informar sino explotar el morbo ante el dolor ajeno.
Para ser periodista hay que ser un buen ser humano, recordó hace años Ryszard Kapuscinki, el gran corresponsal del mundo que había nacido en Polonia.
Muchos lo citan pero la mayoría hace caso omiso de eso que debe ser una verdad de a puño.
No es sino ver la gran cantidad de programas de televisión dizque seria que incluso en horario familiar presentan truculentas historias escondidas en un lenguaje acartonado. Para qué mencionarlos. Su objetivo, como el pequeño periódico de San Juan de Ariporo, es cautivar televidentes o lectores morbosos.
En la celebración del Día del Periodista, más que oportuna la sentencia de la Corte Constitucional. A ver si los medios de comunicación y sus empleados aprenden a respetar. Y a informar veraz y oportunamente, como debe ser.
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Y, bueno, aprovecho para un pequeño pero más que merecido reconocimiento a Noticias 1, al que trataron de censurar, una vez más, por hacer periodismo ético en Colombia. Ahí sigue y ahí seguirá, informando con independencia y sin amarillismo.