Por: Leidy Escobar
Vivimos en un país que pierde la memoria fácilmente, que enreda historias para quedar como monedita de oro.
Realmente es indignante que el dolor de muchas familias se quede en el aire, que no tengan el gran corazón que muestran por redes sociales, entre comillas,
Y que el estado se haga el de la vista gorda.
Lo que sí es cierto, es que somos los mejores en demostrar la sensibilidad al momento de la tragedia, pero también somos los mejores en quitarnos la máscara al pasar el tiempo y volver a los mismos indiferentes de siempre,
Así pasa, a nadie le importa lo que pase con la vida de los demás.
Y está bien, cada quien es libre de pensar y hacer lo que quiera.
En este último año se han visto muchos casos, casos de los cuales se habla muy poco, según Noticias Telemedellín “Las víctimas del conflicto armado podrían en 2020 sobrepasar la cifra de 9.000.000 de colombianos afectados por desplazamiento forzado, minas antipersonal y amenazas de líderes sociales”.
Estos conflictos no solo afectan de manera individual sino colectiva a familias colombianas, además de dejar corazones rotos, personas sin vivienda, daños materiales, entre otras cosas.
Nunca se terminaría de describir el daño causado a cada víctima.
A continuación escuche el auidio donde una victima relata lo que le ha dejado el confilcto armado en Colombia.
.be
Seguido de esto, me parece de aplaudir a aquellas víctimas que le sacan el lado positivo a sus experiencias, aún siendo muy fuertes,
Convierten ese dolor en obras de teatro o música para que los sucesos no se repitan y para que las personas que no conocen sobre estas historias se percaten y aporten algo bueno a la sociedad.
En el centro Nacional de Memoria Histórica se encuentran obras de teatros donde muestran la problemática de la vida real en víctimas del conflicto, se pueden ver presencialmente y gratuitamente.
Esto hace que se promueva el arte durante los más pequeños hasta los más grandes y se pueda disfrutar en familia ya que son de muy buen agrado.
Algo de lo que muy poco se habla es de la ayuda de las víctimas del conflicto y es que hay familias que quedan sin nada, a pesar de las protestas y mensajes de repudio, el estado como lo dije anteriormente, no le hace frente a la situación.
Esto hace que se incentiven a los malos caminos, al odio y a la violencia sin fin.
Las víctimas son el eslabón más débil en cuanto a todo el conflicto, ya que muchas veces sufren daños irreparables, pérdidas de seres queridos
Y no cuentan con recursos económicos para defenderse.
Pero como dice un dicho, mientras haya vida hay esperanza.
Llevar un proceso no es fácil, es una lucha legal agotadora porque esto requiere tiempo, y dinero.
Las víctimas merecen más voz, reconocimiento y respeto, ya basta que la justicia siga pisoteando sus derechos y los hechos quedando en palabras que se lleva el viento.