En Bogotá un grupo de jóvenes se aventura desde la experimentación sonora a reflexionar temas de nuestra cotidianidad. Para comprender la esencia de este proyecto, es necesario partir de la idea que, como seres humanos, podemos experimentar diferentes vivencias con relación al mundo; experiencias que nos ayudarán a comprenderlo desde nuestra razón y nuestra imaginación, es decir, que nuestra razón buscará esas supuestas certezas y exactitudes en fuentes que las soporten y discursos que las avalen; mientras que nuestra imaginación volará haciendo conexiones que, para muchos, no tendrán ningún sentido, pero que para nosotros son la posibilidad de narrar historias de personas invisibilizadas.
La sensibilidad es algo que puede construirse y transmitirse desde las experiencias individuales y colectivas, pero estas sólo surgen en la medida en la que compartimos y sentimos al otro. Este proyecto: La chiva suena, es un reflejo de cómo esas sensibilidades están transformándonos. ¿Por qué hablo en plural? Porque somos un grupo compuesto por algunos estudiantes y una docente, que aunque no somos expertos en temas de la cotidianidad, nos hemos aventurado a explorarla y a dejar que sus historias invadan nuestras oídos, y con estas, crear experiencias sonoras, que transformen un poco los ruidos que a diario nos invaden y así desde la empatía, transformar poco a poco nuestro entorno.
VIRTUALIDAD: ¿HERRAMIENTA U OBSTÁCULO?
POR: MARÍA FERNANDA ALZAMORA
Sinopsis: Como resultado de un ejercicio de clase, María Fernanda Alzamora a través de la percepción de Maira Sánchez nos cuenta la experiencia de una estudiante de economía de sexto semestres que como todas ha tenido que adaptarse a esta nueva realidad impuesta.
#LosUnicentralistasSeQuedanEnCasa