Por: Dayanne Lopez
El acoso, hostigamiento y abuso sexual universitario, cada vez aumenta más. Pasamos de 4 casos por universidad, a 18 casos registrados por el DANE; pero lo más preocupante del tema, es que por naturaleza autónoma de las universidades, no hay manera de obligarlas a cumplir con la ley 1257 del 2.008, donde cobijan la igualdad de géneros. Por esto encontramos que los casos en los que se han hecho justicia, son pocos.
En las universidades, se encuentra que, el acoso no solo va por parte de los estudiantes, sino también de los profesores o directivos como lo vimos con “ANGELICA” (nombre modificado a petición de la entrevistada) quien fue acosada y violentada, por parte de un directivo de su universidad.
La historia empezó, cuando Angélica estaba reprobando una de sus materias y el profesor al darse cuenta, la invitó a salir para ayudarle a pasar su materia. En la bebida a la que le invitó, le agrego una sustancia para drogarla y en adelante, Angélica perdió la noción del tiempo y el conocimiento. Para sentirse más segura, desde un principio, Angélica llevó a su mejor amiga y entre el desconocimiento de lo que estaba pasando, su amiga despertó y vio al profesor encima, abusando de ella y ambas estaban completamente desnudas.
Angélica y su amiga, salieron de allí gracias a la ubicación en GPS de su celular, que le había compartido al papá de Angélica, cuando las encontraron, estaban en el Barrio Santa Fe en Bogotá, no sabían cómo reaccionar esa noche hasta el otro día que su amiga confesó lo que vio en esos pequeños segundos que despertó. El papá de Angélica quiso tomar represalias por su cuenta al ver que no se haría justicia con el caso de su hija, pero su familia lo detuvo al saber lo que haría.
Desde entonces el profesor y directivo de la universidad sigue siendo investigado, pero sin ser aun acusado, tiene un abogado de prestigio, que hasta el momento a demostrado ante la corte que las chicas se insinuaron para que pasara todo el suceso, porque no se logró demostrar que ellas estaban drogadas, se manifestó también que la chicas se habían insinuado anteriormente ante el directivo y esto dio pie para que el actuará.
Angélica indignada, fue a medicina legal a realizarse exámenes para demostrar que si hubo violación por parte del profesor, pero aún no hay audiencia programada y esto lleva a que este continúe siendo un caso abierto. La universidad no se ha manifestado aún y sigue en pie el contrato de este profesor con la institución de educación de educación superior.
Casos como estos, se ven a diario y si aún no se comprende el tema del acoso, y se prolonga la normalización de situaciones así en instituciones educativas, seguramente, no se podrá llegar a una disminución correcta de las cifras.
Es realmente fundamental, implementar métodos de enseñanza, redes de apoyo y talleres educativos, en donde se capacite a directivos y docentes para darle un correcto manejo a la situación además de saber llegar a los estudiantes para que rompan su silencio y se atrevan a hablar. Por esto damos paso, a que se exija más justicia en cada universidad, más respeto por ambos géneros y más educación, para evitar este tipo de casos.